Replica en miniatura del Cristo de la Caridad de Santa Marta

La réplica de 16 cm de resina del Señor de la Caridad, de la Hermandad de Santa Marta, representa con un realismo conmovedor y detallado el momento del traslado de Cristo muerto al Sepulcro. Esta obra encapsula el profundo dolor y la solemnidad del viernes Santo, reflejando el momento en que Jesús es llevado a su última morada terrenal, un tema de gran significado en la tradición cristiana y especialmente venerado durante la Semana Santa.

Esta pieza destaca por la precisión en la captura de cada detalle, desde la expresión de paz y entrega en el rostro de Cristo hasta las marcas de su Pasión. La figura de Jesús está tendida, con las heridas de la crucifixión visibles, recreando con fidelidad los pasajes bíblicos y la iconografía tradicional asociada a este momento. La resina permite un nivel de detalle asombroso, mostrando incluso la textura de la piel y las ropas, así como la suave caída del paño que cubre su cuerpo.

El color usado en la replica  contribuye a la atmósfera de luto y reverencia.

La figura del Señor de la Caridad se presenta sobre una base que simula el lecho o la losa sobre la cual su cuerpo es colocado, añadiendo un contexto visual que refuerza la narrativa de la escena. Esta base puede incluir detalles adicionales como texturas que imitan la piedra del sepulcro o elementos simbólicos relacionados con el sacrificio y la muerte de Jesús.

Esta réplica no es solo un objeto de devoción, sino también una pieza de arte que conmueve y profundiza la fe. Es ideal para aquellos que buscan un recordatorio tangible de la pasión y muerte de Jesús, así como para coleccionistas de arte religioso que aprecian la habilidad artesanal y el significado espiritual profundo.

Adquirir esta réplica del Señor de la Caridad de la Hermandad de Santa Marta permite a los fieles y admiradores del arte sacro poseer un fragmento de la riqueza espiritual y cultural de la Semana Santa, invitándolos a reflexionar sobre el sacrificio, la muerte y la promesa de redención que Jesús representa. Es, sin duda, una pieza que enriquece cualquier colección personal o espacio de culto, ofreciendo una conexión profunda con el misterio de la fe cristiana.