Naturalmente, la fama de santidad del padre Mendizábal habrá de ser corroborada por la Iglesia, como esperamos. Pero quien lea esta biografía podrá comprobar que los indicios que la sustentan son poderosos. Por eso, habrá que ir pensando y precisando cuál pueda haber sido la misión que la Providencia le haya encomendado para esta hora de la Iglesia y del mundo. Es muy posible que el padre Mendizábal fuera un santo con esa misión: Mostrar así, al vivo, en el Corazón del Hijo, el verdadero rostro de Dios y del creyente. Lo de siempre, sí. Lo de todos los santos, sí. Pero a su manera propia y con esas personas, instituciones y lugares, a los que el Señor de la historia lo envió, como tan bien relata este libro. Esta primera biografía del padre Mendizábal, escrita con elegancia, orden y claridad, está al alcance de todos. (Mons. JUAN ANTONIO MARTÍNEZ CAMINO, del Prólogo).
Luis María Mendizábal, SJ, nació en Vergara (Guipúzcoa) el 4 de junio de 1925; ingresó en la Compañía de Jesús en Loyola (Guipúzcoa) el 28 de agosto de 1940; fue ordenado sacerdote el 25 de julio de 1952; e hizo los últimos votos el 15 de agosto de 1958. Profesor de Ascética y Mística en la Pontificia Universidad Gregoriana; Presidente del Secretariado Nacional del Apostolado de la Oración; Director Nacional del Apostolado de la Oración y de la revista «Reino de Cristo», entre otros cargos y actividades. Falleció el 18 de enero de 2018 en Alcalá de Henares (Madrid) a los 92 años de edad, tras 77 años en la Compañía de Jesús y 65 años como sacerdote.
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