El incienso es la forma más reconocida de comunicación olfativa en el mundo. Procedente del latín incensum, incendere, que significa “encender”, el incienso emite un humo aromático que activa los sentidos e inmediatamente cambia el estado de ánimo de los que lo huelen. Se trata de un antiguo tesoro aún venerado hoy de gran importancia física, psicológica y espiritual. Ha sido muy apreciada para fines religiosos y para el simple disfrute de los sentidos, pero el uso de incienso varía considerablemente según la cultura y la persona. Perfume, aromaterapia, ceremonia, estética, purificación, oración, meditación, repelente de insectos e incluso como reloj, son algunas de las maneras en las que se utiliza incienso.
A nuestro entender, quemar incienso es un acto de adoración y de ofrecimiento a Dios; es símbolo de la súplica que sube al cielo, es una seña de identidad, un sello, de manera que al oler el aroma podamos identificarlo con una imagen, con una Hermandad.
Nuestra idea es que cada Hermandad tenga un incienso propio para sus titulares, que sea un elemento más que la identifique y forme parte de su ser, ya sea en su salida procesional o en sus cultos. Acompañar nuestra devoción de un olor que sea “nuestro”.
Para ello, creamos inciensos adaptados a las necesidades de cada Hermandad, realizando un estudio previo sobre la tipología y corte de la misma, tratando de captar y transmitir su esencia.
¡ CUÁNTAS VECES UN OLOR, NOS HIZO EVOCAR UN RECUERDO!
Valoraciones
No hay reseñas todavía.